domingo, 13 de octubre de 2013

Tercera invasión francesa a Portugal (1810-1811) - Parte 2/3

La Invasión y avance francés hasta las Líneas de Torres Vedras


La plaza española de Ciudad Rodrigo controlaba los caminos hacia la frontera portuguesa y por eso su control por parte de los franceses era esencial para iniciar la invasión. En su fortaleza había una guarnición española de cerca de 5.500 hombres bajo el comando del Mariscal de Campo Don Andreas Herrasti, y si bien el cerco a Ciudad Rodrigo había empezado el 26 de abril de 1810, no fue sino hasta el 25 de junio cuando los franceses lanzaron el asalto definitivo a la fortaleza.

Asalto francés a la fortaleza de Ciudad Rodrigo (1810)

Aún así los defensores lograron resistir hasta el 9 de julio cuando, sin condiciones para prolongar la defensa, rindieron la plaza. El próximo obstaculo a vencer por los franceses se encontraba ahora en territorio portugués: La plaza fuerte de Almeida.


La plaza fuerte de Almeida se sitúa en tierras de Ribacóa en la Beira Interior junto a la frontera con España y a no mas de 35 km de Ciudad Rodrigo. Al occidente de Almeida corre de Sur a norte el río Coa.

El fuerte de Almeida tenía una guarnición de 5.600 hombres y más de 100 piezas de artillería. Para avanzar era entonces necesario tomar la plaza, pero para hacerlo había que apartar a la División Ligera de Craufurd.

Esta tarea quedó a cargo del VI Cuerpo de Ejercito a cargo del Mariscal Ney trabándose para tal fin el Combate del río Coa el 23 de julio de 1810. Este fue el primer el enfrentamiento de la tercera invasión en territorio portugués entre las tropas invasoras y el ejercito de Wellesley.

Combate del río Coa. 23 de Julio de 1810 (a la izquierda la División Ligera Aliada y la derecha la vanguardia francesa)

Craufurd, que venía  de ejecutar una acción retardadora desde el territorio español, fue obligado a retirarse después de haber ofrecido una fuerte resistencia. Con ello se inició el cerco de Almeida por parte del ejército invasor, el cual comenz´po el 24 de julio y duró hasta el 28 de agosto.

Batería sur de la fortaleza de Almeida sitiada por los franceses en 1810


Masséna solo retomó la marcha el 15 de septiembre. Durante el tiempo que permaneció en la región de Almeida dispuso únicamente de raciones para alimentar a su ejército durante 15 días lo que significó una preocupación adicional para el comando francés.  Este preocupación era pertinente pues Wellesley había planeado retirar de la ruta de la invasión todo lo que pudiese alimentar a las tropas francesas que normalmente se alimentaba de lo que obtenía en los territorios por donde pasaba.

Además de esto las unidades de Milicia bajo el comando del Coronel Trant los flagelaban constantemente y les restaban mucha libertad de acción para buscar alimentos.

Milicias portuguesas hostigando a las columnas francesas.

Al retomar la marcha Masséna dirige a sus tropas a Coimbra. El camino por donde seguían, al norte del río Mondego, pasaba por una excelente posición defensiva para el ejército Anglo-Portugués donde Wellesley decidió dar batalla.

Movimientos de las fuerzas antes de la Batalla de Buçaco

De  esta manera la Batalla do Buçaco (o de Bussaco), travada el 27 de septiembre de 1810, resultaba en una importante victoria  del ejército Anglo-Portugués. Wellesley ocupó una excelente posición defensiva en la Sierra de Buçaco, entre Penacova y Luso.

Masséna, subestimando a las  fuerzas Anglo-Portuguesas, lanzó un ataque frontal que no resultó. Los franceses fueron repelidos con relativa facilidad y sufrieron cerca de 4.500 bajas. Los aliados por su parte sufrieron 1.252 bajas.

Batalla de Buçaco, 27 de septiembre de 1810


Después de la batalla los franceses rodearon rápidamente la posición por el norte, usando los caminos de Mortágua y Mealhada, y los aliados por su parte se desplazaron a Coimbra antes de que las tropas francesas se colocases a su retaguardia.

La invasión francesas continuaba pero, entre tanto, el ejército Anglo-Portugués reforzó la confianza en su propio valor y los franceses comenzaban a prever las dificultades a las que se iban a enfrentar y la moral de sus tropas empezó a bajar.

El objetivo de Wellesley era ahora retroceder y alcanzar rápidamente las Líneas de Torres Vedras para aguardar allí el eventual ataque francés.

Junto con el ejército aliado se retiraba la mayor parte de las población de las regiones por donde irían a pasar los franceses. Fue dada la orden de evacuar Coimbra, las propiedades agrícolas fueron abandonadas, los bienes que no podían ser transportadas y que pudiesen ser de alguna forma aprovechadas por los franceses debían ser destruidos. Cuando estos entraron a saquear la ciudad fue poco lo que encontraron

Evacuación de las poblaciones civiles hacia las Líneas de Torres Vedras

En esta retirada estratégica del ejército aliado hacia la provincia de Lisboa la División Ligera de Craufurd fue la responsable de proteger la retaguardia aliada.

Itinerario de las fuerzas luego de la Batalla de Buçaco

De hecho entre Coimbra y las Lineas de Torres Vedras se dieron algunos encuentros entre las fuerzas francesas más avanzadas y ésta guardia de retaguardia del ejército de Wellesley. Los combates más significativos se registraron cerca de Pombal y Alenquer.

Para el 11 de octubre las fuerzas avanzadas de los franceses avistaron las Lineas de Torres Vedras, e incluso se dieron intercambios de disparos en la región de Sobral de Montre Agraço.

El día 14 el propio Masséna vino a observar las Líneas (una basta extensión de fuertes, fortines, reductos y puestos de defensa construidos o excavados aprovechando lo intrincado del terreno, y fuertemente defendidas, que habían sido construidas por orden del propio Wellesley  bajo supervisión de los cuerpos de ingeniería británicos y portugueses con la finalidad de detener el avance del ejército invasor) y comprendió que no las podría atacar sin recibir ayuda. Esta ayuda podría venir de Soult que se encontraba aún en la Extremadura española. Finalmente, ni esa ayuda llegó como tampoco Wellesley se arriesgó a salir de las líneas para una batalla en campo abierto.

El ingenioso sistema defensivo conocido como las Líneas de Torres Vedras

sábado, 12 de octubre de 2013

Tercera invasión francesa a Portugal (1810-1811) - Parte 1/3

Sinopsis


La tercera invasión fue la última campaña militar de la Guerra Peninsular en suelo portugués. En 1810, comandados por el mariscal André Masséna, los ejércitos franceses penetraron en el norte de Portugal conquistando Almeida en agosto. En seguida iniciaron la marcha hacia Lisboa. Se enfrentaron a las tropas luso-británicas en la Batalla de Buçaco perdiéndola pero reagrupándose rápidamente.

Enseguida rompió las filas portuguesas y reinició la marcha a la capital. Los ejércitos aliados volvieron a la capital y ocuparon puestos en las denominadas Líneas de Torres Vedras, un brillante sistema de defensas montado por los británicos con la ayuda de la población local. Los franceses llegaron a las líneas el 14 de octubre pero fueron incapaces de romper las defensas y debido a las dificultades para obtener suministros tuvieron que regresar a España.

La tercera invasión francesa terminó de hecho con la retirada de las fuerzas francesas a Ciudad Rodrigo. El ejercito invasor era el mayor de los que ya habían Portugal, el 1807 bajo el comando de Junot y 1809 bajo el comando de Soult.

Masséna era un o de los Mariscales más respetados de Francia y a su derrota contribuyeron no solo la calidad del ejército Anglo-Portugés bajo el comando de Wellesley, sino también la grán estrategia utilizada por este General y puesta en evidencia con la construcción de las Líneas de Torres Vedras.

Antecedentes


La segunda invasión francesa terminó con la retirada embarasoza del 2do cuerpo del ejercito francés del Mariscal Soult hacia Galicia. Sir Arthur Wellesley tenía ahora que preocuparse por el 1er cuerpo del ejercito francés del Mariscal Victor-Perrin que se encontraba en la extremadura española y dió inicio entonces a la Campaña de Talavera, la primera ofensiva británica en España. Sin embargo, la amenaza sobre las líneas de comunicación con Lisboa y la falta de apoyo logistico por parte de las autoridades españolas obligaron a Wellesley a retirarse de vuelta a Portugal a pesar de la vistoria obtenida en la Batalla de Talavera.

Batalla de Talavera
Frustrados los planes para la conquista de Portugal en 1809, Napoleón nombró al Mariscal André Masséna comandante del "nuevo ejército de Portugal", constituido por tres cuerpos del ejercito imperial, cerca de 65.000 hombres.

Mariscal André Masséna

Masséna era uno de los mariscales de más elevada reputación en el Imperio Francés y Napoleón estaba de tal forma convencido de su capacidad de llevar a buen término esta misión que no le envió órdenes a ningún otro comandante en la península para que le prestara apoyo. En mayo de 1810, en Salamanca, Masséna asumió el comando de aquel ejército.

Wellesley, para entonces ya Vizconde de Wellington, mantuvo a su ejército alejado de la lucha con los franceses luego de la Campaña de Talavera, situación provocada por la falta de colaboracion de las autoridades y generales españoles. Por otro lado Wellesley comprendia la situación de una forma distinta a los españoles y sus intenciones tenían en cuenta los siguientes factores:

Para la defensa de la Península Ibérica consideraba la Portugal más importantes que la de Andalucía. Consideraba que tenía mejores condiciones de defensa en Portugal y, en ese sentido, había ya comenzado la construcción de las Líneas de Torres Vedras.

Consideraba que tenía la obligación de privilegiar la defensa de Portugal porque, al contrario de España, aquel reino se colocó enteramente en las manos de los aliados y colocó todos los recuros, inclusive el ejército, a su disposición.

Al contrario del ejército español, el portugués tenía con él una relación de subordinación (Wellesley había recibido en Portugal, por decreto del 29 de abril de 1809, la patente de Mariscal General de los ejércitos portugueses para dirigir sus operaciones cuando combinados con el ejercito de Su Majestad)

Por esa razón Wellesley retiró a sus unidades de Badajoz a partir del 8 de diciembre de 1809. El día 3 de enero de 1810 su cuartel general estaba instalado en Coimbra y la 2da división del General Rowland Hill se quedó en Abrantes. Las restantes tropas fueron alojadas a lo largo del valle del Mondego.

Un ejército venido de España podía entrar en Portugal por tres regiones digerentes: La frontera entre los ríos Tejo y Guadiana.  El valle de los ríos que corren de España para Portugal era suempre un mal eje debido a la morfología del terreno y porque no era por allí que pasaban los caminos principales necesarios para el transporte de la artillería y los convoyes de los ejercitos (tal como Junot lo descubrió en su marcha para Lisboa durante la primera invasión).

La frontera norte no estaba disponible para los franceses porque no dominaban Galicia y era la más distante de su objetivo: Lisboa.

Por su parte la frontera sur conducía a la margen sur del Tejo y este río representanba un obstáculo tanto más dificil de superar cuanto más próximo a Lisboa se encontraba.

Existian otros obstáculos a vencer: La plaza fuerte de Almeida en la frontera, el terreno con morfología a la defensa y el formidable sistema defensivo que conocemos como Líneas de Torres Vedras al que se sumarían aún otras dificultades.

El Ejército Invasor


El ejército francés que Masséna comandaba era el más numeroso de las tres invasiones. Tenia para el 15 de septiembre de 1810 un total de 65.050 hombres incluyendo las unidades de maniobra y de apoyo, oficiales, sargentos y soldados. Este elevado número de efectivos estaba organizado de la siguiente manera:


  • II Cuerpo de Ejército, bajo el comando del General Ebenezer Reynier. Era compuesto por dos divisiones de infantería, una brigada de caballería y sus medios de apoyo. En total 17.718 hombres.
  • V Cuerpo del Ejercito, bajo el comando del Mariscal Michel Ney. Era compuesto por tres divisiones de infantería, una brigada de caballería y sus medios de apoyo. En total 24.306 hombres.
  • VIII Cuerpo del Ejército, bajo el comando del General Jean-Andoche Junot. Era compuesto por dos divisiones de infantería, una división de cavallería y sus medios de apoyo: 16.939 hombres.
  • Reserva de Caballería, bajo el comando del General Louis-Pierre Montbrun. Era compuesta por tres brigadas de caballería con apoyo de fuego provisto por una batería de artillería a caballo.

Además de estas fuerzas existían aún la reserva de Artillería, los convoyes, un cuerpo de ingenieros, una pequeña unidad (177 hombres) de Gendarmerie y el Estado Mayor. Mucho de los oficiales y soldados tenían ya experiencia de las anteriores invasiones.

Batería francesa de Artillería a Caballo. Pieza de 12 Libras.

El Ejército Anglo-Portugés


Desde abril de 1809 que las fuerzas portuguesas estaban, para efectos de operaciones militares, subordinadas a Wellesley. De esta forma es absolutamente legítimo referirnos a un ejército Anglo-Portugués en vez de dos ejércitos independientes de aquellas nacionalidades. Además de eso, las fuerzas portuguesas y británicas actuaban cada vez mas como una fuerza combinada en lo que respecta a su accionar.

El ejército de Wellesley había ya evoluciondo desde la Campaña de Talavera para constituir una oganización en Divisiones. Las fuerzas portuguesas utilizaban una organización identica pero mantuvieron algunas brigadas independientes.

Las fuerzas Anglo-Portuguesas sumaban 61.452 hombres y estaban organizadas de la sigiuiente forma:

  • 1ra División de infantería, bajo el comando del General Brent Spencer. Era formada por cuatro brigadas de infantería y una de la King´s German Legión (Alemana). En total 7.053 hombres.
  • 2da División de Infantería, bajo el comando del General Rowland Hill. Era formada por tres brigadas de infantería. En total 5.737 hombres.
  • 3ra División de infantería, bajo el comando del General Thomas Picton. Era formada por tres brigadas de infantería, siendo una de ellas portuguesa. en total 4.743 hombres.
  • 4ta División de infantería, bajo el comando del Mayor-General  Galbraith Lowry Cole. Era formada por tres brigadas de infantería, siendo una de ellas portuguesa. En total 7.400 hombres.
  • 5ta División de infantería, bajo el comando del General James Leith. Era formada por dos brigada de infantería, siendo una de ellas portuguesa, por tres batallones de la Leal Legión Lusitana y dos batallones del 8vo Regimiento de infantería (portugués). En total 7.305 hombres.
  • División Ligera (Light División), bajo el comando Brigadier-General Robert Craufurd. Era constituida por dos brigada de infantería ligera y cada una de ellas disponía de un batallón de Caçadores portugueses. En total 4.112 hombres.
  • 1ra División Portuguesa, bajo el comando del Mariscal de Campo John Hamilton. Era formada por dos brigadas de infantería. En total 4.940 hombres (Los efectivos de esta División fueron integrados a la 2da división de infantería durante la Batalla do Buçaco.
  • 2da División Portuguesa, bajo el mando del coronel Carlos Frederico Lecor. Era constituida por dos brigadas, una de ellas milicias. En total 4.811 hombres.
  • Tres brigadas independientes de infantería portuguesas:
  • 1ra Brigada bajo el comando del Brigadier-General Dennis Pack. Con 2.769 hombres.
  • 2da Brigada bajo el comando del Brigadier-General Archibald Campbell. Con 3.249 hombres.
  • 3ra Brigada bajo el comando del Brigadier-General Francis John Colleman. Con 2.345 hombres.
  • Cuatro Brigadas de caballería británicas con un total de 3.136 hombres.
  • Una Brigada de caballería portuguesa bajo el comando de Fane. Con 430 hombres.
Además de estas fuerzas existían 2.230 hombres en la artillería y 506 en el cuerpo de ingenieros. Estado Mayor y convoyes de suministro.

Soldado de caballería portuguesa. 11° Regimiento de Caballería de Almeida

Segunda invasión francesa a Portugal (1809) - Parte 3/3

Reorganización del ejército portugués


Ante la situación caótica en que se encontraba el ejercito, que había sido desmantelado por Junot, el Consejo de Regencia formado luego de la primera invasión solicitó ayuda al Reino Uniido en sentido de que les indicaran un oficial que llevase a cabo la tarea de reorganización sin la cual no estarían dadas las condiciones para enfrentar cualquier nueva amenaza.

Fue propuesto para esa tarea el Mayor-General William Carr Beresford que al llegar a Portugal recibió el título de Mariscal del Ejército Portugués.

William Carr Beresford. Óleo de George Jones
Cuando Beresford llegó a Portugal ya las fuerzas francesas atravesaban la frontera al norte de Chaves. Muchos oficiales británicos vinieron a prestar servicio en el ejército portugués y la influencia británica fue determinante en la reorganización del ejército que inicialmente apenas cubría el centro y sur del país pues las unidades al norte del Douro estaban empeñadas contra Soult.

Cuando dos meses más tarde se concentraron las fuerzas reorganizadas para expulsar a los franceses de Portugal Beresford disponía de diez regimientos de infanterían (aunque algunos con apenas un único batallón), Tres batallones de caçadores (infantería ligera) y tres regimientos de caballería, aunque incompletos. Algunos batallones vendrían a actuar ya integrados en brigadas británicas.

La Defensa de Amarante


En la región de Tras-os-Montes las comuniciones a lo largo de la línea del Douro con las fuerzas francesas en España estaban cortadas por las tropas del General silveira, quien obligado a retirarse de Chaves dirigió sus tropas hacia Vila Real. Pero apenas supo que Soult se dirigía a Braga reunió a sus tropas, regulares e irregulares, y cercó a la guarnición francesa que permanecía en  Oporto. Esta se rindió luego de cinco días de cerco.

En seguida Silveira se dirigió a Amarante donde, además de los muchos soldados de ordenanza que consiguió reunir en la región de Chaves, recibió muchos fugitivos que habían escapado de Oporto. Su ajercito ahora contaba con cerca de 10.000 hombres.

General Francisco da Silveira. Organizó la defensa de Amarante

Las fuerzas de Silveira ocuparon la margen izquierda (este) del río Támega y protegieron con trincheras y algunos obstáculo las puentes y vados de dicho río. Cuando el destacamento de Luison, que Soult había enviado a establecer contacto con las fuerzas de Lapisse, llegó al río Támega encontró todas los pasajes defendidos por las tropas de Silveira. De la resistencia efectuada al avance de las tropas francesas la defensa de Amarante fue la acción más significativa.

Defensa del Puente de Amarante. Óleo de Joao Baptista Ribeiro
Entre el 7 de abril y el 2 de mayo las fuerzas portuguesas consiguieron impedir que las tropas francesas pasaran al Este del Támega, e igualmente importante, consiguieron inmobilizar  durante todo ese tiempo a una parte importante del ejercito de Soult que, despues de reforzado, sumaba ya cerca de 9.000 hombres.

Las tropas francesas acabaron por atravesar el Támega pero, debido a la acción de las fuerzas de Silveira e de la columna bajo el comando de Beresford (que había salido de Coimbra a inicios de mayo)  que llegó a Régua el día 10 de mayo, se vieron obligadas a retroceder.

El día 12 de mayo, cuando las fuerzas de Wellesley entraban en Oporto, Loison iniciaba la retirada de Amarante para  Guimarães. Ese mismo día Soult inciaba su retirada en dirección a Galicia.

Intervención Británica


Las fuerzas britanicas que habían permanecido en Portugal luego de la partida de Sir John Moore para la malograda campaña que terminó con la Batalla de La Coruña no eran adecuadas para enfrentan a los franceses, no solo por el bajo número de efectivos sino tambien por el caracter de su comandande, Sir John Cradock.

Fueron entonces enviados refuerzos y un nuevo comandante: El Teniente-General Sir Arthur Wellesley, el vencedor de la Batalla de Vimeiro.

Wellesley llegó a Lisboa el 21 de Abril de 1809. Su plan consistía en avanzar con el grueso de las fuerzas a su disposición en dirección a Oporto tan rápidamente como fuese posible, para alcanzar la ciudad antes de que Soult consiguiera concentrar a su ejercito y enviar una columba bajo el comando de Beresford para atravesar el Douro en Lamego y unirse a las fuerzas del General Silveira e interceptar la línea de retirada de Soult a través de Tras-os-Montes en dirección a Salamanca.

La columna principal de Wellesley que viajaría a Oporto, con cerca de 18.000 hombres, estaba constituida por:
  • 6 brigadas de infanteria, británicas
  • 1 brigada alemana (King's German Legion)
  • 2 regimientos de Infantaria de Lisboa (10° y 16°), portugueses
  • 3 regimentos de caballería británicos;
  • 1 regimento de caballería alemán (de la  Leal Legión Alemana)
  • 4 brigadas de artilhería (550 artilleros y 24 bocas de fuego)
La caballería sumaba en total 1.504 caballo. Los regimientos de infantería portugueses estaban repartidos por las brigadas inglesas. Estas no estaba organizadas aún en divisiones aunque estviese establecido que las brigadas de los oficiales Richard Stewart Murray actuarían juntas bajo el comando de Edward Paget. Las brigadas de H. Champbell y Sontang actuaria en conjunto bajo comando de Sherbrooke y las brigadas de Hill y Cameron quedarían bajo el comando de Hill.

Por su parte la columna de Beresford que marcharía a apoyar al General Silveira, con 5.800 hombres, estaba constituida por:

  • Brigada de Infantería Británica, bajo el comando del Major-General Christopher Tilson, constituída por tres batallones, un total de 1439 bayonetas.
  • Brigada de Infantería Portuguesa, constituída por cinco batallones: 2°/RI 1 de Lisboa, 1°&2°/RI 7 de Setúbal y 1°&2°/RI 19 de Cascais.
  • Cuerpo de caballería constituído por el 4°/14° Regimientos de  Dragones Ligeros y por tres escuadrones del Regimiento de Caballería de Alcantara. En total eran 457 sables.
  • La Artillería estaba constituída por dos brigadas (baterías) portuguesas.
Además de estos cuerpos Wellesly envió otra fuerza bajo el comando del Mayor-General Alex Radoll Mackenzie (Comandante de la 2da brigada de ingantería) para impedir un eventual avance del 1er Cuerpo del Ejercito francés del Mariscal Victor-Perrin sobre Lisboa a través del vallle del Tajo o por el sur. Esta última fuerza estaba compuesta por:
  • 2da Brigada de Infantería Británica (4 batallones)
  • Brigada de Infanteríaa Portuguesa (9 batallones de Infantería de Linea y 3 batallones de Caçadores)
  • Brigada de Caballería Británica (2 regimientos de Dragones)
  • Brigada de Caballería Portuguesa (2 regimientos de Dragones - 5 escuadrones)
  • 1 batería de artillería británica
  • 2 baterías de artillería portuguesas.
La columna de Beresford inicio el movimiento hacia el norte el día 6 de mayo, llegó a Viseu el 8 y finalmente se unió a las fuerzas del General Silveira el 10 de mayo.

La columna de Wellesley inició movimiento el 7 de mayo y fue dividida por dos itinerarios: la carretea principal que pasaba por Ponte de Vouga y Santa María da Feira, por donde siguieron cinco brigadas de infantería y la totalidad de la caballería, y un camino secundario cerca de la costa que pasaba por Aveiro y Ovar, por donde siguieron las brigadas de Hill y Cameron. Al frente de la columna principal las milicias portuguesas (bajo el comando del Coronel Trant) enmascaraban el movimiento e informaban sobra la actividad del enemigo.

Milicias y combatientes irregulares flagelando a las formaciones francesas

Las brigadas de Hill y Cameron al llegar a Aveiro se embarcaron en los navios que fue posible reunir allí y desembarcaron en Ovar en un intento de sorprender a la caballería francesa de Franceschi y atacarla por el flanco. La maniobra no surtió efecto porque detrás de dicho cuerpo de caballería se encontraban once batallones de infantería de Mermet y había dificultad de transportar sumultaneamente todos los efectivos de ambas brigadas.

La columna principal estableció contacto con el enemigo en Serém (Vouga) donde se dieron algunas escaramuzas y se travó el combate de Grijó (el 11 de mayo de 1809) un poco más cerca de Oporto.

Esa misma noche las fuerzas francesas de Franceschi y Mermet atravesaron el río Douro y destruyeron el puente. Wellesley ocupó la margen sur.

Movimientos de las fuerzas Anglo-Portuguesas durante la 2da invasión francesa
El 12 de mayo algunas unidades de Wellesley consiguieron atravesar el río Douro en una acción sorpresa y restablecer un tramo del puente lo que permitió la travesía de un número significativo de unidades.

La Batalla del Douro no fue particularmente violenta pues Soult ordenó rápidamente la retirada. Las tropas francesas se dirigían en dirección a Amarante donde Soult esperaba atravesar el Témega y establecer contacto con Loison.

Retirada Francesa

El día 12 de mayo en la tarde Soult ya estaba en camino a Amarante convencido de que iría a encontrar el destacamento comandado por Loison, de quien no recibía noticias desde el 7 de mayo. Al anochecer acamparon en Baltar, a medio camino entre Oporto y Amarante. Allí tuvo conocimiento de que Loison había abandonado Amarante y se dirigía a Guimarães. Amarante se encontraba ahora en poder de las fuerzas portuguesas de modo que el plan de Soult que consistía en retirarse a  España en dirección a Salamanca tuvo que ser alterado.

Con fuerzas enemigas al este y oeste, y con el río Douro al sur, tenía que escoger entre seguir al norte, atravesando la Sierra de Santa Catarina por caminos difíciles que aún tendría que explorar, o enfrentar a las fuerzas portuguesas en Amarante. En este último caso se arriesgaba a ser atacado en su retaguardia por las fuerzas de Wellesley que ciertamente lo perseguirían a partir de Oporto. Optó entonces por la travesía a través de la sierra.

Sin carreteras y disponiendo apenas de caminos peligrosos, obligó  abandonar todo lo que no pudiera ser transportado a la espalda de sus hombres o al dorso de los animales. fueron dadas órdenes de que cada hombre transportara en su mochila solamente comida y municiones. 

Las reservas de municiones y pólvora que fue posible transportar en los caballos de la artillería fueron  debidamente acondicionadas y cargadas.

Las piezas de artillería, sus municiones y la pólvora que no podía ser transportada, así como los bultos y productos de los saqueos, fueron abandonados para que fuese posible la retirada por los itinerarios que eran poco más que picadas de pastores.

Huida de Soult de la ciudad de Oporto. Wellesley persigue al ejército frances, el cual en su huida abandona su artillería
La marcha fue iniciada con una lluvia inmensa que duró 3 días y torno la jornada aún más dificil, pero que los protegió de la observación del enemigo.

Las fuerzas de soult salieron de Baltar el 13 de mayo al inicio del día y el 14 consiguieron entrar en contacto con las tropas de Loison que se encontraba en Guimarães. Era la intención de Soult seguir por Braga pero fue informado de que las fuerzas de Wellesley ya habían ocupado la ciudad. Decidió entonces seguir por Chaves pero esta plaza había sido ocupada por la columna de Beresford.

Los principales caminos estaban por tanto cortadas para su retirada de modo que debió continuar la marcha por los itinerarios más dificiles.

Atravesó el ría Cávado en Ponte Nova y de allí siguió para Montalegre donde llegó el 17 de mayo. Al día siguiente inició el ascenso de la Sierra de Gerés en dirección a Ourence en España donde el día 19 de mayo pudieron finalmente descansar y alimentarse de forma conveniente. Las fuerzas inglesas y portuguesas no los persiguieron más a lla de Montalegre.

Consecuencias


Esta retirada fue penosa para las tropas francesas y provocó la mitad de todas las bajas sufridas desde que el ejercito de Wellesley atravesó el Vouga y se dieron los primeros contactos entre ambos ejercitos. Entre los combates en el Vouga, Grijó, Oporto y la retirada a España las tropas francesas sufrieron cerca de 4.000 bajas, entre las cuales se contaban muchos enfermos. El ejercito de de Wellesley en el mismo período habría sufrido no más de 500 bajas.

Ejército francés en retirada
Wellesley regresó al centro con sus fuerzas porque existía aún la amenaza del ejercito de Victor en la Extremadura española. Pero los acontecimientos, entre ellos los combates de Alcántara donde participaron las tropas de la Leal Legión Lusitana, llevaron a que victor evacuase Extremadura. Wellesley entra entonces en España donde, junto con el ejército español del general Cuesta, da inicio a la llamada Campaña de Talavera.

Segunda invasión francesa a Portugal (1809) - Parte 2/3

La Invasión de Portugal

Primer Intento

El primer intento de Soult para entrar a Portugal fue llevado a cabo entre Camposancos (en la margen norte, a cerca de 3 km de la desembocadura del río Minho) y Caminha (en la margen sur, territorio portugués). La travesía fue intentada en dos o tres decenas de barcos de pescadores, pero de esta forma apenas podían ser transportados cerca de 300 hombres en cada viaje.

Las fuerzas irregulares portuguesas que vigilaban la margen sur del río abrieron fuego y solo tres embarcaciones alcanzaron a llegar a su destino con una treintena de hombres que fueron inmediatamente apresados.

Soult decidió no llevar a cabo un nuevo intento de atravesar el río Minho y dio órdenes a sus unidades de que marcharan en dirección a Ourense para de allí continuar en dirección a Chaves por el valle del río Támega.

En un viaje marcado con constantes enfrentamientos con los insurrectos españoles las primera fuerzas llegaron a Ourense el 20 de febrero de 1809 y encontraron intacto el puente que les permitiría atravesar el río. Solo el día 24 estuvieron concentradas todas las fuerzas y Soult conservó su cuartel general en Ourense por otros  nueve días para reabastecer a sus tropas y reparar el equipamiento. El avance hacia Portugal quedó planificado para el 4 de marzo.

Movimiento de las tropas francesas durante la 2da invasión a Portugal


Chaves 

El día 4 de marzo el ejército francés marchó de Ourense para Allariz y de allí a Monterrey donde esperó por otros 3 días a que las unidades y convoyes de la retaguardia alcanzaran al grueso de las fuerzas. El día 10 de marzo retomó la marcha en dirección a Chaves con fuerzas a ambos lados del Támega.

Las fuerzas españolas del Marqués de la Romana se habían retirado de esa región de modo que el General Silveira, gobernador militar de la provincia de Tras-os-Montes, quedó aislado ante el invasor.

Otras fuerzas portuguesas se encontraban en Braga y Oporto bajo el comando del General Bernardim Freire, gobernador militar de Oporto, pero fue decidido que no se unirían a las de Silveira.

Ante la imposibilidad de resistir al invasor Silveira retiro a sus tropas regulares hacia posiciones en São Pedro de Agostém al sur de Chaves. Entre tanto las numerosas fuerzas irregulares que lo acompañaban, así como parte del 12° Regimiento de infantería de Chaves, decidieron quedarse y defender aquella plaza.

Soult resolvió comenzar por atacar las fuerzas del General Silveira en São Pedro las cuales fueron obligadas a retirarse a Villa Real. Sintiéndose menos protegidos los defensores de la plaza de Chaves se rindieron el día 12 de marzo. Soult hizo de Chaves su base para las futuras operaciones en Portugal.

Luego de establecido en Chaves Soult siguió para Oporto a través de la Sierra da Cabreira y descender el valle del río Cávado por Ruivães e Salamonde. De esta manera evitaría las fuerzas del General Silveira y un territorio que era mucho más fácil de defender por los locales. Según el itinerario elegido después de Salamonde llegaría a Braga y desde allí dispondría de una buen camino para llegar a Oporto.

Braga

El General Bernardim Freire colocó apenas puestos de observación en las posiciones de Ruivães e Salamonde donde existían buenas condiciones para la defensa. Envió pedido de ayuda dirigidos al opispo de Oporto y a la Junta de Regencia. Del primero recibió el 2do Batallón de la Leal Legión Lusitana bajo el comando del Barón de Eben, pero los refuerzos enviados de Lisboa ni siquiera habían atravesado aún el río Douro.

 Bernardim Freire que no confiaba en sus tropas, una multitud indisciplinada y mal armada, comenzó a enviar para la retaguardia sus convoyes de abastecimiento y artillería para juntarse a la defensa de Oporto. Este acto fue visto como traición por la población que era mayoritariamente de la zona y Bernardim Freire acabó por ser asesinado por éstos.

Soult inicio el movimiento de Chaves a Braga el 14 de marzo. envió un destacamento en dirección a Vila Real para mantener a raya a las tropas del General Silveira, mientras que el cuerpo de caballería del General Franceshi y la división de Delaborde seguirían adelante aplastando los focos de resistencia que encontraban incluso en las pequeñas poblaciones donde entre los combatientes se encontraban hombres y mujeres, jóvenes y viejos, clérigos y campesino.

En la población de Carvalho d'Este, a pocos kilómetros de Braga, una fuerza muy heterogénea de cerca de 25.000 portugueses apostados en las colinas a los lados del camino pretendió trabar el avance del invasor, pero sin la posibilidad de enfrentar a un jercito bien equipado, disciplinado y experimentado.

La batalla de Carvalho d'Este fue fácilmente resuelta a favor de las tropas francesas que enseguida ocuparon Braga.

Oporto

Después de ocupada la ciudad de Braga Soult siguió en dirección a Oporto. Nuevamente las improvisadas fuerzas portuguesas ofrecieron resistencia en Río Ave, Ponte de Ave y Trofa, pero no pudieron impedir el paso de las fuerzas francesas. El día 27 de marzo Soult avistó trabajos de fortificación par la defensa de Oporto.

La ciudad estaba defendida por una línea de trincheras y baterías de cerca de 10 km de extensión sobre las colinas que circundaban la ciudad, desde el fuerte de São João Baptista da Foz hasta la capilla de Bonfim. Los trabajos de defensa fueron efectuados bajo la dirección de oficiales de ingeniería portugueses y británicos. Existían casi 200 bocas de fuego de artillería, las principales calles de la ciudad fueron barricadas y todo este dispositivo estaba guarnecido por un ejército numeroso.

Posiciones de las fuerzas portuguesas y francesas en la Batalla de Oporto


El ejército que fue posible reunir para defender Oporto tenía cerca de 5.000 hombres de tropas regulares, la mayoría reclutas con pocas semanas de entrenamiento, tres o cuatro regimientos de milicias mal armados y de poca disciplina, y un número elevado de ciudadanos sin armas ni la más mínima experiencia militar. Se desconoce el tamaño real de esta fuerza, pero se estima que no sería inferior a 30.000 personas.

Los portugueses se rehúsan a las propuestas de Soult para que rindieran la ciudad y en la Batalla de Oporto (28 de marzo de 1809) queda nuevamente en evidencia la falta de eficacia de las fuerzas improvisadas. Las defensas portuguesas fueron quebradas y la ciudad cayó en manos de los franceses.

La lucha se prolongó dentro de la ciudad en las sucesivas barricadas que habían sido levantadas en cada calle, pero sin posibilidades reales de contener al invasor. Además de las habituales atrocidades cometidas sobre la población se sumó la masacre de Ponte das Barcas (Puente de las Barcas) en que cerca de 4.000 civiles perecieron bajo una carga de bayoneta de las fuerzas francesas cuando huían de los invasores a través del puente.


Masacre de Ponte das Barcas
Luego de ocupada la ciudad de Oporto Soult envió una fuerza al sur compuesta por la caballería de Franceshi y la infantería bajo el mando de Mermet.