sábado, 12 de octubre de 2013

Segunda invasión francesa a Portugal (1809) - Parte 1/3

Sinopsis

La segunda invasión fue dirigida por el Mariscal Nicolas Jean de Dieu Soult. Como la primera invasión había fracasado, Napoleón forzó la abdicación de Carlos IV y él y su hijo el futuro Fernando VII entregaron el trono a José Bonaparte.

Bajo el mandato de John Moore las tropas británicas cruzaron la frontera norte portuguesa pero fueron derrotados en La Coruña por el Mariscal Soult, y fueron forzados a volver a Portugal. Los franceses ocuparon inmediatamente el norte del país, llegando a Oporto el 24 de marzo.

Wellesley volvió a ser el que expulsara a los franceses del norte del país, ayudado por William Carr Beresford, primer Vizconde de Beresford.

Los portugueses y los británicos vencieron a Soult en la Batalla del Douro, reconquistando la ciudad de Oporto el 29 de mayo de 1809 y forzando a las tropas francesas a retirarse a Galicia.

Antecedentes

Luego de la firma de la Convención de Sintra que marcó el fin de la primera invasión francesa, Dalrymple, Burrard y Arthur Wellesley son llamados a Londres a fin de ser interpelados por una comisión de investigación respecto a los términos de aquel documento. El comando supremo de las fuerzas británicas en Portugal fue entregado a Sir John Moore el 6 de octubre de 1808.

En paralelo a esto en el Congreso de Erfur (27 de septiembre al 14 de octubre de 1808) fueron reafirmados los términos del Tratado de Tilsit del 8 de julio de 1807 entre Napoléon y Alexander I de Rusia. El emperador francés quedaba entonces libre para venir a España y resolver la cuestión de la Península Ibérica.

Napoleón entra en España e 4 de noviembre de 1808 con una fuerza superior a los 200.000 hombres.

Napoleón entra en España

Esta gran ofensiva dirigida por el propio emperador llevó a Sir John Moore, con la mayor parte de las fuerzas británicas existentes en Portugal, a desplazarse hacia España con el objetivo de, junto a los ejercitos españoles, enfrentar la amenaza. La campaña terminó sin embargo con la retirada de las tropas británicas luego de su derrota en la Batalla de La Coruña el 16 de enero de 1809.

Batalla de La Coruña.  El 42° Regimiento de Highlanders enfrenta a la infantería francesa en Elviña


Napoleón entre tanto había vuelto a Francia para enfrentar a los asutríacos y había dejado la persecución del ejercito británico a cargo de su 2do cuerpo del ejército bajo el comando del Mariscal Nicolás Jean-de-Dieu Soult.

Mariscal Jean-de-Dieu Soul. Duque de Dalmásia


Las órdenes que Soult había recibido de Napoleón consistían en marchar en dirección a la ciudad de Oporto luego del embarque de las tropas británicas en La Coruña, debiendo ésta ser pcupada el 1 de febrero de 1809. Diez días más tarde el 2do cuerpo del ejercito debería estar en Lisboa.

Por su parte el 1er cuerpo del ejercito que se encontraba en Mérida, España (a 65 km de Badajóz), bajo el comando del Mariscal Claude Victor-Perrin enviaría una columna en dirección a Lisboa cuando Soult se aproximara a la capital portuguesa y simultáneamente su 2da División bajo el comando del General Pierre Bellon Lapisse, que se encontraba en Salamanca, debía marchar sobre Ciudad rodrigo y Almeida tan pronto recibiera noticias de la llegada de Soult a Oporto.

Mariscal Claude Victor-Perrin. Grabado de E. Charpentier

Al establecer este plan Napoleón no tuvo en cuenta las condiciones metereológicas e la pesima condición de los caminos que impedian la rápida movilización de las tropas. Tampoco previó la acción de las fueras irregulares que, no pudiendo frenar el avance de una fuerza expertam disciplinada y bien equipada como la francesa, podían al menos flagelarla constantemente, retardar su avance y poner en peligro sus líneas de comunicación.

Definitivamente este plan no podía funcionar sin que la comunicación entre los diferentes cuerpos franceses, que se encontraban separados por muchos kilómetro de distancia, se procesara normalmente. Esta comunicación no era posible a menos que toda la correspondencia fuese transportada por fuerzas compuestas por un elevado número de efectivos para evitar el ataque de los irregulares.

Cuando Soult dejó La Coruña se dirgió a Ferrol que fue sometida sin dificultades el 26 de enero de 1809. A la voluntad de la población en resistir a los franceses se le oponía principalmente la falta de determinación de sus comandantes militares. Lo mismo sucedió en Vigo y Tui.

El día 2 de noviembre la guardia avanzada de Soult llegó a la margen norte del río Minho pero solo el día 16 de febrero, despues de tener reunidas a todas las fuerzas, realizó el intento de entrar en Portugal.

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